malandraUna síntesis ética y musical de Tabare Cardozo, un icono de la música uruguaya

En su nuevo disco “Malandra”, Tabaré Cardozo (1971) rompe los esquemas clásicos de murga o rock, ricos o pobres, víctimas o victimarios. En el camino, transita de forma provocativa por estilos musicales diversos y letras de alto contenido social, político e inclusive religioso.

La historia no es nueva. Este disco tiene su precedente desde el punto de vista musical y de contenido ético en el anterior “Pobres poderosos”, tanto por la presencia de guitarras eléctricas y batería que le dan el estilo rock que caracterizaba a ese trabajo como por los contenidos que hacen un llamado a conectar con lo más profundamente humano, haciendo foco en la solidaridad.

El contenido de ”Malandra” tiene mucho que ver con el origen y la familia de Tabaré: él nació en una familia donde el debate político, social y religioso eran el pan de cada día. Su padre Heber es pastor metodista y ex preso político y su madre Blanca Cornero era una maestra dedicada a la tarea educativa y social de la misma iglesia. Como explicita en esta canción la vida de esta familia va “en tren fantasma entre Moscu y Belén” que vincula simbólicamente la militancia política y religiosa, motivada desde una fe de impronta revolucionaria influencian, sin duda, la obra musical de Tabaré.

Tabaré y sus hermanos Yamandú y Martín son también parte de este disco y de la historia que -junto a la murga Agarrate Catalina- traza los tonos de murga y rock que se han vuelto tipicos en la discografía de los Cardozo.  En este disco también encontraremos la influencia y participación de León Gieco. Lo hace en la canción que da nombre al disco, y que posee una clara reminiscencia con el tema  “El Angel de la Bicicleta” que el argentino compuso tiempo atrás.  Aparece también el aporte de artistas como Fernando Cabrera, Gonzalo Brown, 4 Pé, Ana Prada, Tabaré Rivero, Alejandro Balbis, Emiliano Muñoz y el «Zurdo» Bessio, entre otros.

Todo el disco mantiene una linea estética común destacada dentro de la música uruguaya: es una expresión acabada de casi 60 minutos de “murgarock” que, durante las quince canciones que contiene el disco y el bonus track, se sostienen en solidos coros de murga, sonidos de tango y aportes rockeros de Tabare y los artistas invitados. El disco tiene un arte que acompaña el contenido desafiante de la canción “Malandra”, un gran ojo que se confunde entre lo humano y lo animal, con fondo rojo y una mirada que expresa violencia contenida.

El disco comienza con “Malandra”, canción emparentada con “La Violencia” (el controversial cuplé de Agarrate Catalina) en su versión con No Te Va a Gustar. “Malandra” está basada en la empatía, en la “otredad” -alteridad- y no se queda de un solo lado en la situación de la violencia, sino desafía a ubicarse en el lugar del otro y la otra.

“si tuvieras mi suerte y mi coche
y yo toda tu furia y tu ruina
temblarías de miedo en las noches
si me vieras cruzando tu esquina”
 

Otra canción totalmente emparentada con Malandra que  ofrece una perspectiva optimista y esperanzadora, es: El Bien. Superando el “Todos contra todos” que da título a otra canción de este disco, Cardozo propone al ritmo del ska una máxima ético-religioso-política: “el bien común”. La canción repite “haga el bien sin mirar a quien, nunca el mal sin mirar a cual” invitando a pensar la relación reciproca de los unos con los otros e ilustra“este corso es circular”.

El tango tiene su esplendor en  la canción del “Tio Claudio” última en el disco, la cual va a las raíces musicales familiares, y a una cómica discusión con marcianos. Pero creo que el tema indicado para el cierre de este disco sería “todo el año es rock and roll”, ya que es una síntesis de la vida y la música de los hermanos Cardozo. Y en especial porque describe de forma versátil cual ha sido el periplo artístico y laboral de Tabare Cardozo y la murga Agarrate Catalina durante estos últimos años.

Nicolas Iglesias Schneider

@nicois1983