El primer templo al que concurrieron inmigrantes valdenses en Uruguay, fue el de la iglesia anglicana de Montevideo, donde asistieron a cultos en francés y fueron registrados bautismos y matrimonios, hasta la llegada en 1860 del pastor Miguel Morel y la institución de la parroquia valdense en la Colonia del Rosario Oriental.
El titular del Templo Inglés era el capellán consular Frederick Snow Pendleton (13/09/1818-13/09/1888), presuntamente oriundo de las islas bilingües del Canal de la Mancha próximas a las costas francesas de Normandía, quien ejerció esa función en Montevideo desde mayo de 1854 hasta diciembre de 1858.
Los primeros valdenses
Los primeros contingentes valdenses en Uruguay asistidos por el Rev. Pendleton desembarcaban en Montevideo con destino a Florida, donde iniciaban sus establecimientos rurales desde 1857; bien recibidos por la población, pero pronto hostigados por el misionero a cargo de la parroquia católica.
Esto motivó que recurrieran una vez más al capellán británico, quien les aconsejó y facilitó establecerse en el Rincón del Rey en jurisdicción de Rosario, donde una Sociedad Agrícola se disponía a subdividir tierras para venderlas a colonos inmigrantes.
En la primavera de 1858, pocas semanas antes que cesara el pastor anglicano en su puesto en Montevideo, los valdenses de Florida se trasladaron paulatinamente al departamento de Colonia. Pendleton regresó a Europa; se presentó ante el Sínodo Valdense pidiendo la designación de un pastor y un maestro y se dispuso a colectar dinero para desarrollar la colonización valdense en el Río de la Plata.
Antes de tomar posesión de una nueva sede eclesiástica en Florencia, realizó un viaje a Uruguay durante el cual visitó la colonia valdense y obtuvo los títulos de propiedad para más de cuarenta familias. Precursor de la capellanía consular británica en la que sería transitoria capital italiana de 1865 a 1871, se desempeñó allí como pastor de la parroquia episcopal de la colectividad inglesa desde 1863 hasta 1868 y por sus antecedentes fue observador influyente en un destino clave para la diplomacia británica, que apuntaba a la incorporación de las posesiones pontificias en la unidad italiana y la toma de Roma para convertirla en capital de la nación unificada.
Visitó nuevamente Uruguay en 1867, ocasión en que se vió involucrado en cuestionamientos que dieron lugar a la revocación del permiso del gobierno para la construcción, a sus expensas, de un templo en el centro de la primitiva colonia del Rosario. Vivió con su familia en Florencia hasta 1876, desde donde regresó a su patria, ejerciendo la titularidad de parroquias anglicanas: las últimas en la tierra natal, hasta su muerte en Guernsey en 1888.
La piedra fundamental La piedra fundamental del primer Templo Inglés de Montevideo fue colocada el 1º de enero de 1844 y su dedicación al culto anglicano y de comunidades luteranas y reformadas de diversas nacionalidades, se inició al año siguiente. Fue construido orientado hacia la ciudad, en el ángulo sureste del antiguo recinto amurallado sobre el preservado bastión llamado Cubo del Sur. Precedido por templos de congregaciones británicas en Buenos Aires, el Templo Inglés proyectado por el arquitecto Antonio Paullier fue el primero de una confesión no católico romana autorizado en Uruguay.
De los templos porteños precursores se destaca el dedicado en 1831 con la advocación de San Juan Bautista, actualmente catedral de la diócesis anglicana argentina, situado en la calle 25 de Mayo 282. Declarado Monumento Histórico Nacional, es un ejemplo destacado del academicismo neogriego que tuvo su apogeo en Gran Bretaña en el período 1820-1840. Fue obra del arquitecto y pintor Richard Adams, inmigrante escocés que también proyectó el templo presbiteriano San Andrés de su comunidad en Buenos Aires, inaugurado en 1835; demolido cuando se abrió la Avenida de Mayo, fue sustituido por el actual en la Avenida Belgrano 575, también modificado.
El primer templo inglés de Montevideo dedicado en 1845, fue parcialmente reformado en 1895 y demolido en 1934, con motivo de la construcción de la rambla sur. Rescatado su equipamiento, fue reconstruido a pocas decenas de metros con algunas modificaciones, entre otras la supresión de las dos torres posteriores que permitían la visualización del estuario y la entrada al puerto de Montevideo. Este segundo templo, actualmente catedral de la diócesis anglicana del Uruguay, fue dedicado en el año 1936. La ubicación y orientación de estos dos sucesivos edificios alineados y enfrentados a poca distancia, conocidos como Templo Inglés de Montevideo desde 1845, les han dado un marcado carácter conmemorativo, al abrirse ambos al espacio donde se libró el decisivo combate del Portón de San Juan en el asalto británico a Montevideo el 2 y 3 de febrero de 1807, en la Segunda Invasión Inglesa al Río de la Plata. Es significativo que el bien logrado monumento conmemorativo haya tenido continuidad, consagrado al culto cristiano administrado desde una confesión atenta a los signos de los tiempos, que ha buscado preservar, con equidistancia y sin estridencias, lo más significativo de la tradición común.
Gustavo A. Maggi
Fuente: Cuestión de Fé, Agosto 2018
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