Como es de todos/as conocido, nuestro país inaugura una etapa difícil e histórica. Precisamente, lo que convierte a este periodo en uno de carácter coyuntural es su nivel de complejidad y dificultad. Bien lo esbozaron muchos y muchas en los últimos minutos del reloj 2016: Nuestro país no sería más el mismo. De acuerdo a esas lecturas, el Puerto Rico que hemos conocido vendrá a ser un recuerdo cuando el 2017 inicie un momentum con políticas de austeridad, que vislumbran un aumento considerable de empobrecimiento, deterioro social e inestabilidad.
El establecimiento de la junta de control fiscal y sus preocupantes políticas económicas, el ascenso al “poder” del partido nuevo progresista y su “plan de gobierno” anclado en visiones abiertamente neoliberales, y la amenaza que supone las decisiones que ambos entes tomarán para “atajar la crisis”, nos exponen como puertorriqueños/as a un nuevo escenario socio-político. Esta vez el “Goliat” es grande y vocifera con fuerza. Las circunstancias nos han emplazado y ya no podemos rehuir. Luchar es mandatorio.
Y pienso que un elemento medular para construir una resistencia efectiva, creativa y que genere cambios, tiene que partir de la unidad. Es posible que para el lector/a, hablar sobre la necesidad de asumir una actitud orientada a la mutua colaboración pueda constituirse en algo
lógico y “clichoso”. No necesariamente lo es. Entregar la voluntad y ceder en estilos, métodos, estrategias e ideas, se constituye en una de las acciones más difíciles para el ser humano. Pienso inclusive que la desgastante repetición sobre la necesidad de converger, confirma la esencialidad de este axioma.
Entendiendo esto, he querido dar una mirada a dos movimientos latinoamericanos que nacieron en coyunturas similares a la nuestra y que pueden servirnos de modelos necesarios para organizar y consolidar un movimiento de país. Estos son la Unidad Popular del Chile de los 70 y el Frente Amplio en Uruguay. Creo que revisitando la historia de estos proyectos políticos podemos descifrar pistas que nos ayuden a desarrollar una lectura y propuesta regional, potenciándonos en el ejercicio de desafiar dignamente estas fuerzas del mal.
Escuchemos la Entrevista en Radio Nacional a Luis Figueroa parte activa de estos esfuerzos de resistencia:
Luis Figueroa
1 B.A. Teología, Universidad Teológica del Caribe. M.Div. Seminario Evangélico de Puerto Rico. Estudiante
doctoral en el Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe.
Texto de Luis Figueroa : «Compartiendo de mi alacena»
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