Por Nicolás Iglesias Schneider

 

Para entender un poco más en profundidad sobre la comunidad menonita que no quiere enviar a sus hijos a la escuela, me pareció importante conocer algunos de sus principios: pacifismo, comunitarismo, anabautismo, autonomía, separación de la iglesia y el Estado, ética del trabajo, educación y aislamiento relativo.

Los menonitas surgieron en Europa en el siglo XVI durante la Reforma Protestante. Tienen su nombre por Menno Simons, uno de los líderes de la llamada Reforma Radical. Originalmente, muchos vivían en Alemania y la zona de Prusia. De allí llegaron los primeros grupos menonitas instalados en Uruguay desde 1948, huyendo de la guerra de país en país (Canadá, EE.UU., Paraguay y Uruguay, entre otros).

En Uruguay, los menonitas tienen presencia desde hace más de setenta años en tres comunidades de la primera oleada migratoria: Delta (San José), El Ombú y Gartental (Río Negro). Estas colonias están vinculadas a la producción de lácteos y quesos, con la empresa Cladly y otros pequeños emprendimientos. Además, muchos menonitas y sus descendientes se trasladaron a una vida más urbana y tienen dos iglesias, una en Montevideo y otra en Ciudad de la Costa.

Este grupo que llegó al departamento de Florida hace unos siete años no mantiene un vínculo fluido con las otras comunidades menonitas, pero sí pertenecen a la misma tradición religiosa, que tiene los siguientes principios:

  • Pacifismo: Siguen las enseñanzas de Jesús sobre el amor a los enemigos y la no resistencia al mal. Históricamente, han sido objetores de conciencia en tiempos de guerra y han promovido la resolución pacífica de conflictos.

 

  • Anabautismo: No bautizan a niños/as bebés, sino que practican el bautismo de adultos bajo la creencia de que el bautismo debe ser una decisión consciente y voluntaria basada en la fe personal.

 

  • Comunitarismo: Los menonitas viven principalmente en comunidades agrícolas, aunque también hay otros integrados en las ciudades. La vida en comunidad y las decisiones colectivas son uno de sus pilares.

 

  • Separación de la iglesia y el Estado: Defienden la idea de que la iglesia y el Estado deben ser entidades separadas. Creen en la autonomía de la iglesia local y en la congregación como la autoridad máxima en asuntos religiosos.

 

  • Autosuficiencia: Las comunidades menonitas a menudo son autosuficientes, basándose en la agricultura y otras formas de producción para mantener su independencia y sustento. Tienen una fuerte ética del trabajo duro, la honestidad y la vida comunitaria. Las decisiones importantes suelen tomarse en conjunto, y hay una fuerte estructura de apoyo dentro de las comunidades. Generalmente, tienen un estilo de vida sencillo y modesto, y algunos grupos más conservadores también mantienen prácticas de vestimenta tradicional y distintiva.

 

  • Educación: La educación es valorada, pero generalmente se enfoca en enseñar los valores y principios menonitas. Mantienen tradiciones y costumbres que han sido transmitidas a lo largo de los siglos. Muchas comunidades menonitas prefieren cierto grado de aislamiento del mundo exterior para mantener sus creencias y prácticas sin interferencias externas. Este aislamiento puede variar desde un aislamiento físico y geográfico hasta un aislamiento más cultural y social.