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Keiko Fujimori y su padre Alberto Fujimori

Por Víctor Liza.

Hace 60 años fue elegido el primer diputado evangélico: José Ferreira García. Luego, en 1963, fue reelegido en las filas del Partido Aprista; y en 1985 llegó al senado, de la mano de la misma agrupación política.

Sin embargo, el primero en alcanzar notoriedad por su condición de evangélico fue el pastor Pedro Arana Quiroz, de la Iglesia Presbiteriana. Fue elegido miembro de la Asamblea Constituyente en 1978, y por consiguiente uno de los firmantes la Carta Magna del año siguiente, que en 1992 fue borrada de un plumazo por Alberto Fujimori, con la disolución del Congreso.

Es con Fujimori cuando el factor religioso se vuelve importante. En 1990, el entonces candidato presidencial lleva en sus listas parlamentarias a varios líderes y pastores evangélicos, que aunque en ese momento eran 6% en el país, tenían una imagen de limpieza y honestidad. Como resultado, fueron elegidos 3 senadores (de 60) y 12 diputados (de 180), por lo que se hablaba de la “bancada evangélica”.

Sin embargo, Fujimori, que llegó al poder con un discurso lejano al neoliberalismo de Mario Vargas Llosa, a quien derrotó en esas elecciones, se deshizo de sus aliados originales, entre ellos los evangélicos. Aunque un buen grupo se volvió “anti-fujimorista”, en el resto de la década del 90 tuvo no pocos aliados. Por ejemplo, el evangélico Gilberto Siura propuso la amnistía del Grupo Colina, sector paramilitar preparado por el gobierno que cometió los crímenes de Barrios Altos y La Cantuta.

A partir de allí, muchos líderes y pastores evangélicos, que hasta los años 80 eran contrarios a la participación en la política, buscaron llegar a la misma. Y postularon por diversos partidos. Desde entonces, en cada legislatura, para la que son elegidos por cinco años, se registran al menos cuatro o cinco parlamentarios de origen protestante.

HUMBERTO LAY

Luego de la experiencia con el fujimorismo, los evangélicos que participaron en política ya no lo hicieron con la bandera de la lucha contra la corrupción, del servicio a la sociedad, o de la defensa de los derechos humanos, en el caso de los más progresistas. Entre fines de los 90 y comienzos de los 2000, la idea no era ya llegar para servir, sino para “ser cabeza”, según su interpretación de la Biblia. Y además, para permear en la sociedad con ciertos “valores cristianos”.

El evangélico ha logrado mayor protagonismo en la política en el presente siglo es el pastor Humberto Lay Sun. Aunque conservador, aprovechó la ocasión para ser elegido miembro de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR), que investigó la violencia política ocurrida en el país entre 1980 y 2000, siendo integrante entre 2002 y 2003.

Ese fue su trampolín para postular a la Presidencia de la República en el 2006, con su movimiento Restauración Nacional, que aunque evangélico de nacimiento, incluyó a personajes que no lo eran. Logró 4% de los votos y fue considerado “el candidato revelación”, y su partido consiguió colocar parlamentarios. A fines de ese año postuló a la alcaldía de Lima, y quedó segundo con 14%.

Con ese capital político, Lay alió a su partido con otros de derecha, y fue electo congresista por Lima, para el período 2011-2016. Y ahora busca su reelección, coaligándose con Alianza para el Progreso, del multimillonario César Acuña, acompañándolo además como candidato a vicepresidente.

LOS QUE BUSCAN EL VOTO EVANGÉLICO

Constructor de una gran fortuna en base a la implementación de universidades privadas, Acuña sabe que el voto evangélico es importante para definir una elección, puesto que ahora representa entre el 15 y 20% de los votantes. Por ello, se ha acercado a Lay, que pese a su conservadurismo moderado, tiene cierta buena aprobación. Ya fueron aliados en 2011, y ahora buscan llegar al poder.

Pero Acuña no solo busca el voto evangélico por sí mismo, sino “un pastor que lo avale y expíe sus pecados, en palabras de Rolando Pérez, comunicador e investigador en temas religiosos. Ante una reciente denuncia de haber sostenido una relación con una menor de su academia en 1988, cuando Acuña tenía 33 años y la estudiante 16 (en Perú la mayoría de edad es 18), Lay atinó a decir que solo se trataba de un “error”.

No contento con el acercamiento al pastor Lay, Acuña asistió, el pasado 22 de noviembre a un acto del Movimiento Misionero Mundial (MMM), que lidera el pastor Rodolfo González Cruz, quien nació en Cuba pero hace cinco décadas reside en el Perú. Esta iglesia suele hacer sus reuniones en coliseos deportivos, con llenos de bandera, y es una de las más conservadoras del país. Bajo el liderazgo de González, los integrantes de la Triple M participan activamente en movilizaciones contra iniciativas legislativas como la unión civil entre personas del mismo sexo y el aborto. Además, sus miembros varones usan saco y corbata, y las mujeres no se cortan el cabello y se visten con vestidos largos.

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Bendición de Rodolfo Gonzalez a Keiko Fujimori (2011) «Dios se agrada de Keiko Fujimori, porque ama a Dios… Que entiendan todos que en Keiko hay una mujer de Dios. Cada quien puede votar por quien quiera, pero si queremos que el país salga adelante, oremos por Keiko Fujimori… Cuenta con nosotros Keiko, con un pueblo que ora.»

El 22 de noviembre pasado, Acuña acudió a un acto del MMM en el estadio de la Universidad de San Marcos, donde recibió la “bendición” de manos de González. Lo extraño es que González siempre fue próximo al fujimorismo. Incluso, durante el régimen autoritario de Alberto Fujimori invitó al expresidente a sus actos públicos. Otra muestra es que, en el 2011, en un evento masivo similar, “bendijo” a Keiko Fujimori para que resulte vencedora en las elecciones de este año.

¿Y el fujimorismo se quedará cruzado de brazos? Hace unos meses, el pastor Julio Rosas, quien ha encabezado una campaña contra la unión civil y el aborto (temas en los que Lay ha mantenido un perfil bajo), renunció a la bancada fujimorista, ante una supuesta concesión en estos temas de Keiko Fujimori, la hija del expresidente y heredera del movimiento. De todos modos, ellos ya están buscando su “congresista evangélico”: el pastor Miguel Bardales, que también tiene la misma agenda, pero no sabemos si será tan radical como Rosas.

Tanto Bardales como Lay tienen posibilidades de ser elegidos congresistas: sus partidos, por ahora, andan bien posicionados en las encuestas. Y estando en el Congreso, serán los voceros del conservadurismo evangélico en el país.

Victor Liza, periodista desde Lima (Perú)