El pastor Raphael Warnock, titular de la iglesia donde Martin Luther King Jr. predicó en los EE. UU., Lleva la tradición negra asociada con la lucha por los derechos civiles al Congreso estadounidense.
Imagen: JIM WATSON / AFP
Redacción: Ronilso Pacheco
El Congreso de Estados Unidos (EE.UU.) tendrá en uno de sus asientos a un representante legítimo de la iglesia negra y la lucha por los derechos civiles en el país. El reverendo Raphael Warnock derrotó a la republicana Kelly Loeffler en una de las contiendas electorales de Georgia y será el primer senador negro del estado. La otra ronda, entre el republicano David Perdue y el demócrata Jon Ossof, sigue siendo feroz. La victoria de Warnock es tremendamente poderosa, en un momento histórico, llena el corazón de esperanza y puede inspirar mucho el debate sobre religión y política en Brasil. Su historia debe contarse y enseñarse.
Warnock, se ha desempeñado como pastor principal de la Iglesia Bautista Ebenezer en Atlanta desde 2005, que es la misma iglesia donde predicó Martin Luther King Jr. Se convirtió en la persona más joven en asumir el cargo de pastor principal de Ebenezer, quien, debido al peso del dr. King, se convirtió en la iglesia negra más referencial del país.
El ahora senador estatal de Georgia es hijo de pastores y predicadores pentecostales. Su vida y activismo honran no solo la historia de lucha de King, sino también la de sus padres. Warnock fue arrestado durante las protestas de 2014 por decisiones lideradas por el Partido Republicano de no expandir el programa Medicaid, que brinda acceso a servicios de salud para personas de bajos ingresos en los EE. UU.
En 2017, fue arrestado nuevamente durante las protestas contra los recortes presupuestarios para programas sociales que proponía el presidente Donald Trump. Durante meses en 2007, Warnock todavía usó su púlpito para pedir la liberación de un joven negro, sentenciado a 10 años de prisión.
Es amigo de la activista Stacey Abrams desde hace mucho tiempo, y ella jugó un papel decisivo no solo en su victoria, sino también en el éxito de los demócratas en el estado de Georgia, que Trump y su pandilla han intentado desafiar hasta el día de hoy.
La fuerza de la iglesia negra en Estados Unidos
La decisión de Warnock de postularse para el Senado se debe en gran parte a la influencia y el atractivo de Abrams. Antes de la victoria de Biden en 2020, el ex presidente Bill Clinton (1992) fue el último candidato demócrata en ganar en el estado.
Ahora Warnock se une a Cori Bush, una mujer negra, pastora, activista, elegida primera diputada negra por el estado de Missouri. Forman en importantes casas legislativas un par importante y poderoso de religiosos, pastores en la mejor tradición del movimiento de derechos civiles.
El trabajo de las iglesias negras en estas elecciones fue crucial para candidatos como Warnock y Bush, crucial para el trabajo de Stacey Abrams, crucial para minimizar los impactos del covid-19 en la comunidad negra más pobre y con acceso limitado a servicios de salud costosos en el país.
Esta capacidad de movilización y articulación que tienen las iglesias, especialmente en las grandes periferias, es indiscutible, ya sea en Estados Unidos o en Brasil. La capacidad de articulación que tienen los líderes de estas iglesias es, en muchos casos, determinante. Pero puede ser para bien o para mal.
Brasil tiene líderes como Warnock
La victoria de Raphael Warnock podría ser un gancho para identificar a estos líderes potenciales en Brasil. Han estado activos en el país durante décadas, progresistas, luchando por la justicia y utilizando a sus congregaciones para promover la igualdad.
En lo que respecta a esta columna, el 2021 será el momento de potenciar y llamar la atención sobre los líderes evangélicos que enfrentan el oportunismo y la manipulación viciosa del grupo evangélico brasileño y sus pastores oportunistas.
Las iglesias son un agente social fundamental en el país, sean aceptadas o no. Lo mejor que se puede hacer es construir un camino para que los líderes evangélicos progresistas, humanos, generosos y comprometidos muestren su rostro y ayuden al país a ser mejor en 2022 o 2026.
Fuente: UOL https://noticias.uol.com.br/colunas/ronilso-pacheco/2021/01/06/vitoria-de-raphael-warnock-e-mais-que-um-legado-de-luther-king-e-lewis.htm
Hola. Miranda por acá, cómo les va?!
Me encantó pero…. CREO QUE una persona DEBERÍA ABDICAR A : el PÚLPITO y al título de pastor de tal y cual iglesia, aunque siga trabajando como pastor -pero nunca como predicador. De hecho creo que debe hacerse al momento de presentarse a elecciones.
DISCLAIMERS (no me tiren piedras pero tampoco me aplaudan)
Esto lo creo hoy, y no porque me desagrade o considere incorrecto, en este caso, a WARNOCK -de hecho me parece un admirable sujeto a la luz de este artículo y un ojeo de wikipedia.
A la vista están los «hacedores de maldad», esos «lobos rapaces», que se visten de ovejas, que dicen «Señor, Señor», esos que en Su nombre nos dicen de sí mismos «echamos fuera demonios y curamos enfermos». Sobran, lamentablemente , ejemplos de «falsos apóstoles, obreros fraudulentos, transfigurándose en apóstoles de Cristo». Como no podemos explicar fácilmente el modo para discernir a los buenos de los malos, y para dar el ejemplo, AÚN LOS BUENOS, y especialmente LOS BUENOS, deberían renunciar a esos títulos para poder exigir a los MALOS que también ellos lo hagan. Es imposible hablarle al mundo entero -o a 3 millones, o 150 millones – y que se sepa si uno es JUSTO o UN MALVADO. por supuesto que puedo dar varios nombres, y algunos de esos llaman a los templos a asistir vestidos de uniformes militares -nada más lejos del amor de JESUS, que una metralleta, sea zurda o derecha-
También sabemos, y si no lo sabés ve abriendo los ojos, querido corderito, que la política es el arte de lo posible, y lo posible y real incluye todo, aún aquello que creemos que con una leyesita o decreto dejará de existir, como la trata, el narco, la esclavitud, el abuso y otras maldades. Esto implica que quienes operan en el gobierno político, deberán casi sin excepción, manchar sus manos para conseguir logros. Ni siquiera hablo de quienes lo hacen a sabiendas o con gusto, sino de buenos tipos, que por salvar a mil, deben condenar a uno. El gobierno implica tener la espada de damocles todo el tiempo sobre la cabeza, y la paradoja del tren dentro de ella, dicho esto muy a grosso modo y para evitar posibles discusiones sobre detalles – el dilema del tranvía o dilema del tren (ver wikipedia) implica que para salvar a mil personas hubiera que matar a una: a veces no se trata de matar a una sino de enviarla a la cárcel, o echarla de un cargo político y permitir que se la acuse como única responsable de robos que en realidad fueron hechos por muchos, para salvar una causa o grupo, pero también hay ejemplos más complejos como no invertir todo el dinero disponible en alimentar-cobijar-sanar-educar hasta el último de los humanos, y usar parte de ese dinero en plazas u otro asunto suntuoso -al menos comparado con la muerte de hambre, o falta de medicación-. Me permito la digresión que para algunos simplistas será posible motivo de ataque pero siempre juego con mis cartas a la vista, porque así lo exige la convicción que me mueve: a veces uno sabe, o está convencido, o resulta obvio pero no fácilmente demostrable, que invertir ese dinero en la placita (quitando dinero al alimento de todos) hoy, permitirá seguir intensificando la justicia social por cinco años más, y en ese caso, la opción no es entre una placita y un antibiótico sino entre el pan para hoy y el hambre del mañana. Vale aclarar que esta última es una puntualización en casos de democracia-liberal-o-burguesa, pero que no por ello serían ajenas a cualquier otro gobierno. También vale aclarar, y dado esto último, que no hay modo de escapar de esos dilemas cuando está en el gobierno. Ni siquiera te escapas tú, lector atrevido y soberbio que estás leyendo estas líneas, en vez de estar alimentando y saciando la sed de los niños de la India que viven, comen, duermen y comen basura toda sus vida (pon en google : NIÑOS BASURA INDIA y selecciona la opción IMÁGENES)
Todo esto, y muchas otras razones, a mí entender, hace que por cuidar la IGLESIA y EL MENSAJE DE AMOR DE JESÚS, los VERDADEROS SEGUIDORES DE JESÚS, deban renunciar a un título de tales, para unirse a una causa que pudiere ser fraudulenta
aclaración sobre el púlpito y el título pastoral: se puede trabajar como pastor, esto es visitar ancianos, servir comida en merenderos, lavar pies de abuelas enfermas, ofrecer condones a las prostitutas en zonas rojas, donar sangre, escuchar quejas, escuchar llantos, intentar -si sale es divino- dar consuelo, aconsejar -si se está seguro- y disculpen mi ignorancia, todas las cosas que se quiera agregar que no impliquen visibilidad durante reuniones en las que se reunan obviamente como iglesia. En realidad el trabajo pastoral es ése, y no necesariamente un pastor tiene por qué ser predicador. Esto último haría redundante todo este párrafo, pero lamentablemente algunos muy famosos autoproclamados televangelistas rioplatenses y brasileños suelen atribuirse ese título de «pastor» , cuando lo que efectivamente son es oradores fabulosos -no hablo del veneno mortal que destilan las lenguas de serpiente que nos infiernizan la vida a muchos, sino de sus admirables capacidades retóricas, histriónicas, teatrales, radiales, visuales, artísticas, ocultistas, dignas del más hermoso y atractivo de los seres celestes y de sus sirvientes.
Solamente hablo de no dar la posibilidad de que ante errores o maldades -no pongo las manos en el fuego por mí, ‘maginate si las voy a poner por vos- , ante cualquier acto desagradable, se tenga por anatema a la IGLESIA y SUS MIEMBROS, o caso contrario, que debido a la maldad anticristiana de un supuesto «pastor», se tenga por mala a la JUSTICIA SOCIAL que su partido político pretendiera lograr, o ambas, etc.
También aclaro que la renuncia al título de pastor o similares, y a ejercer de predicador o similares, para postularse, no implica que antes de postularse, uno no pueda (o deba) actuar en política partidaria… se me ocurre que puede ser preferible que no lo haga, de nuevo para dar el ejemplo y reprochar a los malvados que lo hacen a dejar sus fechorías religiosas. Entiendo que puede hacerse sin que se sepa sin problema alguno -acá sí que es imprescindible lo de «hazlo en privado y secretamente» o «que tu mano no sepa lo que hace tu otra mano», y vale más que por una mera cuestión de la ética privada. También te recuerdo, querido lector, que la política nos alcanza y envuelve y utiliza a todos, aún a ti que te creés que no: el mero hecho de estar leyendo esto en vez de estar leyendo aquello o bebiendo un whisky con coca mientras loas a un surfista, es una decisión política: «arranca de ti la vanidad, te digo, arráncala; pero haber hecho en lugar de no hacer nada: eso no es vanidad, eso no te lo pueden quitar» E.Pound
Me despido reprendiéndome a mí mismo con Santiago 3 -dije a mí mismo, no es una ironía, me lo digo a mí mismo-, no sin antes recordar como tengo por costumbre que la única razón por la cual este comentario no está escrito en lenguaje no-binario, para todes, es porque hay un montón de vejigas que quiero que entiendan lo que puse arriba y no lo hubieran leído tras correr de espanto, cinismo o ignorancia, después de un par de es de morondanga donde todes esperan la obligatoria o, o la o y luego la la -aburridas y todavía binarias- . Se insta a quien no considera que mi elección de prioridades correcta, y hubiera escrito este comentario en lenguaje inclusivo, a copiarlo y pegarlo luego de una edición no-binaria y será agradecide. A quien luego de leer esto olvidara que estuvo de acuerdo con todo lo otro, se le pide que no sea tonte, y a quien ya lo daba por malo, se le despide con una flor y una sonrisa, y una corona de bendiciones.