El Año Nuevo judío y el Día del Perdón son las festividades más conocidas del mes de Tishrei, primero del calendario hebreo. Sin embargo, Sucot o la Fiesta de las Cabañas (que a su vez contiene dos festividades) y Sheminí Atzeret (literalmente Octavo Día de Asamblea o de Reunión, aunque no tiene una traducción conocida en español) y Simjat Torá (La Alegría de la Torá, aunque tampoco se la traduce a español) marcan un mes, que en este 2016 coincide con octubre, de reflexión sobre nuestro pasado y presente así como de preparación para el nuevo año.
Rosh Hashaná 5777 (del atardecer del domingo 2 de octubre al anochecer del martes 4). Literalmente cabeza de año (tal como en catalán se denomina al año nuevo gregoriano: cap d´any), también es conocida en la tradición judía como el Día del Juicio, pues Dios nos juzga por nuestras actitudes respecto al prójimo durante el año que finaliza. Para el último mes del año (Elul) la tradición judía nos encomienda reestablecer nuestros vínculos humanos a través del arrepentimiento, la solicitud de disculpas y la reconciliación con todas aquellas personas que pudimos haber dañado.
El símbolo principal de la festividad es el cuerno de carnero (shofar), instrumento de viento inspirado en el episodio bíblico del sacrifico de Isaac (por parte de su padre Abraham) evitado a último momento por un ángel enviado por Dios, lo que permitió que el sacrificado fuera un carnero. Durante los rezos matutinos de los dos días de la festividad el sonido del shofar se hace sentir en varias oportunidades; se trata de un momento en el cual varios de los feligreses cierran sus ojos y reflexionan sobre el año que pasó y desean lo mejor para el año que comienza tanto para el pueblo judío como para la humanidad toda.
Iom Kipur (del atardecer del martes 11 de octubre al anochecer del miércoles 12 de octubre). Es el día más trascendente del calendario judío. Consiste en un ayuno de líquidos y sólidos que dura 25 horas y marca el final de los Díez Días de Arrepentimiento, período que transcurre desde el primer día de Rosh Hashaná y hasta el final de Iom Kipur, y que nos invita a pensar acerca de nuestras acciones durante el año que finalizó.
Es el día del año judío en que más plegarias se dicen (cinco en total), mientras que en los días de semana son tres y en el Shabat (sábado judío) y las festividades son cuatro.
Se pide a Dios que seamos sellados en el libro de la vida, de la bendición, de la paz y del sustento.
En Israel incluso los judíos no creyentes, ayunen o no y vayan a la sinagoga o no, se suman al clima solemne del país lo cual los une a sus hermanos religiosos. Asimismo, los no judíos residentes en el estado judío demuestran su respeto durante esta jornada.
El ayuno comienza cuando cae el sol y finaliza cuando se ve en el cielo un grupo de tres estrellas. En Montevideo, este 2016, el ayuno comenzó a las 18:38 del martes y finalizó a las 19:35 del miércoles.
Sucot (desde el atardecer del domingo 16 de octubre al atardecer del domingo 23). En esta festividad los judíos deben salir de la comodidad de sus hogares y habitar -junto al resto de sus hermanos- en cabañas frágiles y precarias. Recuerda que, cuando el pueblo de Israel vagó por el desierto durante 40 años, sus integrantes moraron en este tipo de construcciones.
Dentro de la festividad de Sucot coexisten varias celebraciones como Simjat Beit Hashoeva vinculada con el pedido a Dios de que caigan las lluvias apropiadas durante todo el año, clave para la cosecha y para el bienestar de todos los seres vivos.
Hoshaná Rabá es el último día de la festividad de Sucot en el cual Dios decide su veredicto, fin de un camino que había comenzado con el juicio de Rosh Hashaná.
Sheminí Hatzeret y Simjat Torá (del domingo 23 de octubre al atardecer al martes 25 al anochecer). Sheminí es octavo y Atzeret significa asamblea pero al mismo detenerse. Es como si el pueblo judío le pidiera a Dios que se quede junto a él un día más para que no se termine el mes de festividades. Por ello se agrega una jornada más de festejos. El día siguiente, Simjat Torá, marca el final de la lectura del Pentateuco con la entonación de los últimos versículos de Deuteronomio, y se señala un nuevo comienzo con la lectura del Génesis. En esta festividad se sacan del arca sagrada los rollos de la ley y se baila con ellos. Esta es una de las particularidades del pueblo judío: su vínculo tan íntimo y afectuoso con la ley.
(*) Graduado de la Licenciatura en Comunicación por la Universidad ORT Uruguay. Integra el grupo Nuevas Generaciones del Congreso Judío Latinoamericano. Fue cofundador de la rama joven de la Confraternidad
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