Martin-Luther-1526-1Hochzeitsportrair“Los grandes reformadores morales son creadores de sentimientos y no divulgadores de ideas”.                                                                                  José Enrique Rodó                                              “Liberalismo y Jacobinismo”

 

Una de las dimensiones sociales más relevante que emana de la Reforma Protestante de Martín Lutero es su propuesta educativa. Consideraba la educación como el camino esencial para la formación del cristiano y a la vez del ciudadano.

 

La lectura, la escritura, el idioma nacional y el catecismo integraban la educación elemental no solamente como una etapa preparatoria, sino como formación para la vida misma del niño.

 

La enseñanza media debía estar orientada a la formación de liderato eclesiástico y civil. Se enseñaban lenguas, dialéctica y retórica.

 

La formación religiosa era sustancial para el ciudadano, aunque desempeñara oficios no clericales, pues contribuía a su formación moral.

 

“Aun cuando no hubiera alma y la escuela y lengua no fueran necesarias, la Escritura y Dios serían motivo suficiente para establecer en todas partes las mejores escuelas, tanto para niños como para niñas, …” (Carta

“A los concejales”)

 

La Reforma pugnó por el establecimiento de la identidad nacional: enseñanza de las lenguas vernáculas, la formación del ciudadano y el compromiso social, frente al centralismo del imperio austrohúngaro de su tiempo.

 

Lutero entiende que el Derecho es la disciplina necesaria (educación superior), para el justo gobierno porque “las leyes son la verdadera armadura y armas que preservan y defienden al país y al pueblo” (Carta “A los concejales)

 

Enfatizó la autoridad de la Biblia, en reemplazo de la autoridad eclesiástica, lo que llevó a la necesidad de que todos la conocieran y comprendieran en su lengua.  Se difundieron entonces, la cultura popular y la enseñanza universal.

 

La mujer tiene una función educadora en la familia lo que se le había negado hasta ese momento, junto a funciones eclesiales y públicas. La educación debía ser obligatoria para las niñas y los varones.

 

La responsabilidad del Estado no reemplaza a los padres, sino que les ayuda a cumplirla garantizando una educación para todos, que supere las diferencias, si no, se pregunta Lutero “¿Qué pasaría con los pobres? Es necesario ocuparse de los que están abandonados y de los huérfanos”. (Carta “A los concejales…

 

“La prosperidad de la ciudad no consiste sólo en acumular grandes tesoros y construir fuertes murallas y casas hermosas, en fabricar muchos cañones y armaduras… La mayor prosperidad, seguridad y fortaleza de una ciudad consiste en tener muchos ciudadanos capaces, sabios, juiciosos, honorables y bien educados, los cuales después podrán acumular, conservar y utilizar toda clase de bienes. Si anualmente se gasta tanto en armas de fuego, caminos, puentes, diques e innumerables objetos similares, a fin de que una ciudad goce de paz y prosperidad temporal, ¿por qué no invertir con más razón la misma suma en la pobre juventud necesitada, empleando maestros de escuela?  (Carta “A los concejales…”

Mag. Marcos Rocchietti

Montevideo, 24 de octubre del 2017.