Panfletos que pedían votos para el pastor y Marina Silva. Donde el nuevo orden del anti-cristo es el matrimonio igualitario, la legalización de la marihuana y el aborto, entre otros «males».
Carta al Pastor Ezequiel Texeira, nuevo secretario de asistencia social y derechos humanos en Brasil
Pastor,
Mi nombre es Ronilso Pacheco, y yo también soy evangélico. Veo con preocupación su nombramiento a esta importante carpeta. Preocupación porque sé que no debería estar allí, y que sólo llegó como el resultado de una maniobra política.
Eso sería razón suficiente para que usted, siendo evangélico, de hecho, no acepte la invitación a tomar este cargo. La invitación no está ligada a su experiencia, pero sí a los intereses del juego de poder, y si está de acuerdo, es porque también está interesado en el juego de poder en lugar de lo que puede servir a la sociedad a partir de ahí.
Quiero que sepa que la Secretaría no es su Iglesia, y por lo tanto, yo soy uno de los evangélicos que también estarán constantemente vigilando su gestión y cualquier intento de beneficiar los intereses de pensar sólo en iglesias y evangélica, privando a la la sociedad (especialmente a los grupos sociales más marginados y privados de derechos) de voz y el espacio decente en la esfera pública.
No he olvidado su apoyo a la reducción de la responsabilidad penal, que es una vergüenza, más aun viniendo de un pastor que ignoró la CEPA y sembró la desesperación en la recuperación de los adolescentes que han cometido una infracción.
No me olvido de su voto vergonzoso que negó el reconocimiento del concepto de familia para las personas del mismo sexo, que calificó de «desintegración familiar» y «anarquía». En cualquier estado serio, usted no tendría legitimidad para ocupar este cargo, ya que hay que reconocer que la experiencia de la familia no se limita a su mundo, su religión y su propia familia.
Pero ahí está. Así que Pastor, le estaremos observando, muy atentos. Vamos a seguir sus pasos, sus medidas, sus decisiones, sus entrevistas, sus declaraciones. Vamos a exigirle posicionamiento cada vez que haga caso omiso de los derechos de los demás, en nombre de sus intereses y los de su grupo. Queremos una audiencia con usted, la exigiremos. Si usted no nos recibe, estaremos esperando en la puerta de su Iglesia. Seremos como Juan el Bautista, como Jeremías, y no le daremos tregua.
Por último, mi oración por usted es que no pueda dormir. Que la violencia que afecta a los pobres, la infinidad de violaciónes que comete el Estado contra los derechos humanos de los marginados y pisoteados en los barrios bajos y suburbios no salgan de su conciencia y no le dejen dormir en paz hasta que usted quiera darle la debida atención, como a la viuda pobre, como a Rispa.
Río de Janeiro, 16 de Diciembre
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