Por Yenny Delgado y Claudio Ramírez

El surgimiento de la teología Abya Yala significa un cambio significativo en el discurso teológico sobre la implicación del cristianismo en Abya Yala. Misioneros cristianos y una milicia de soldados que pretendían gobernar y controlar la tierra introdujeron el cristianismo hace más de cinco siglos. Si bien algunos consideran este proceso de colonización como un encuentro de culturas y cristianización del mundo, los resultados reales de la llegada del cristianismo fueron prácticas genocidas que resultaron en la pérdida de la tierra y la autodeterminación de los pueblos originarios.

La práctica de los cristianos europeos en Abya Yala se llevó a cabo bajo opresión y sometimiento, eliminando cualquier aspecto del mensaje liberador inherente al mensaje de Cristo. Cualquiera que se resistía era esclavizado y castigado por desafiar el cumplimiento del mandato de la iglesia. Las prácticas nativas, las creencias, el idioma e incluso el reconocimiento ancestral de la población nativa se consideraban “paganismo”.

El gobierno y la iglesia contemplan una visión de “civilización y cristianización masiva” centrada en el bautismo y la imposición de nuevos nombres europeos y bíblicos como forma de conversión y dejando a la población y sus descendientes sin derecho a la identidad étnica, creencia espiritual, o autoidentificación. Hoy se han enseñado intencionalmente mensajes de socialización política y religiosa que proyectan un relato transformador que borra las huellas de la barbarie vivida en el período de la colonización.

Esta limitación epistémica histórica transformó las experiencias espirituales en experiencias objetivas, lo que dificultó alcanzar la verdadera objetividad, ya que siempre estuvo acompañada de la forma hegemónica, dominadora y patriarcal de buscar el poder y el control. En consecuencia, muchas teologías fueron distorsionadas, creyendo erróneamente que Dios permitió la colonización. Al mismo tiempo, en la comprensión Teo política, la colonización es a menudo considerada como un “proceso de desarrollo”, una obra de apología de la colonización, ya que el proceso colonizador ha sido escrito como un éxito a los ojos de los colonizadores.

A partir de este contexto, la historia de los pueblos originarios de Abya Yala ha sido sometida a esa “objetividad imperturbable”, es decir, que el proceso de colonización intenta eliminar la diferenciación en las prácticas, tratando de hacer a todos “iguales”. Sin duda ha sido una tremenda historia de exterminio de nuestras diferencias y de poner a todos en la idea de prácticas monolíticas cristianas.

En clave de liberación y resurrección, la teología Abya Yala hace posible ver lo ancestral como eje decolonial y que a la vez propone una reflexión teológica basada en la visibilización/salvación de los pueblos originarios. El mensaje de muerte y sometimiento para la población nativa se transforma en el cristianismo de Abya Yala como un mensaje de resurrección y esperanza. Como las semillas de maíz que se deben secar para que al sembrarse resuciten en una bella mazorca llena de maíz fresco, así en las conciencias, en las memorias, en las voces de nuestras ancestras, las nuevas generaciones nos vemos creciendo y resurgiendo como un proceso necesario de resurrección. 

De este modo, la resurrección nos invita a pensar, especialmente el hecho vivido por los seguidores del Nazareno, desde una perspectiva histórica, la resurrección cree en un Dios de los vivos, es decir, el Dios que levanta a los caídos. La resurrección de los creyentes despierta y abre nuevas posibilidades. El cristianismo en Abya Yala bajo esta comprensión decolonial ya no es opresión y control sino la vida y resurrección de un pueblo que sigue latiendo desde las entrañas del Dios vivo.

En este contexto el surgimiento de una teología desde y para el pueblo de Abya Yala no sólo es necesario, sino que es un acto de justicia. El conocimiento ancestral de la relación con el creador, las múltiples formas de culto y prácticas espirituales, los significados en los ritos y las diversidades de los pueblos enriquecen el verdadero mensaje esperanzador del evangelio, no lo limita ni lo niega como fue pensado durante el proceso colonial que buscó acomodar su mensaje a su conveniencia.

La Teología Abya Yala busca desmantelar estas estructuras opresivas herencia de un sometimiento colonial y recuperar el mensaje liberador de Cristo. El centro en la resurrección es particularmente relevante, ya que ofrece esperanza y un camino para los pueblos originarios y sus descendientes. La resurrección habla de la resiliencia, la fuerza y la capacidad de nuestras comunidades para levantarse frente a la adversidad y recuperar su identidad y espiritualidad.

Abya Yala llama a la descolonización de la teología, rechazando los marcos eurocéntricos y patriarcales que han dominado el pensamiento cristiano. Reconoce la necesidad de valorar y celebrar la diversidad de culturas y tradiciones y, reconocer el daño causado por la imposición de una cosmovisión histórica singular.

Al centrar las experiencias y perspectivas de los pueblos originarios, la Teología Abya Yala ofrece una visión profética e inclusiva del cristianismo, así como invita a reconciliar las experiencias espirituales de los pueblos originarios como parte de las prácticas de fe liberadoras del cristianismo en Abya Yala. 

Yenny Delgado – Psicóloga y teóloga. Candidata doctoral en Ciencias Sociales de la Religión en la Universidad de Lausana. Escribe sobre las intersecciones entre memoria ancestral, etnicidad, descolonización y fe pública.

Claudio Ramírez – Teólogo con maestría en Teología Dogmática por la Universidad Católica de Córdoba. Miembro fundador de la comunidad en diálogo intercultural ÑAWI. Escribe sobre espiritualidad ancestral y eco-teología.