Por Yenny Delgado

La colonización de América estuvo centrada en el extractivismo y posesión de tierras junto con el desarrollo de una construcción social basada en el color de la piel. Los europeos que invadieron América se colocaron en una pirámide de humanidad, ellos estaban en la cima y la población nativa que eran vistos como inferiores e incivilizados.

La jerarquía creada se desarrolló en la orquestación entre empresas comerciales dirigidas por los reinos de España, Portugal, Francia e Inglaterra y el apoyo teológico de la iglesia cristiana que mantuvo la opresión durante siglos. 

La creencia de que los blancos eran bendecidos por Dios para gobernar el mundo y someterlo, fue sustentada por la doctrina del descubrimiento, promulgada por varias bulas papales durante el siglo XV en Europa, la cual proporcionó un marco legal y eclesiástico a los invasores europeos, primero católicos y luego protestantes, llevaron la espada y la Biblia a una nueva tierra, un continente que Dios les había dado para su conquista.  

La iglesia tomó posesión de grandes extensiones de tierra, sometió a la población nativa de América y hasta participó en la esclavitud de africanos para acumular riquezas. En las iglesias se predicaba la ideología de la supremacía blanca, de como ser un buen amo y señor, de como tratar a los esclavizados, de como castigarlos, etc.

Este tipo de mensajes teológicos de opresión y sumisión marcó los fundamentos, ya que luego de 500 años, en pleno siglo XXI, vemos muy latente el racismo y discriminación a la población indígena y negra no solo en los Estados Unidos, sino en todo el continente americano.

La creación y construcción del concepto de raza

La raza es una construcción social, no biológica, que fue usaba para sostener que existía no solo una raza humana, sino varias razas y que la raza blanca era superior y se diferenciaba de los de piel oscura. No existe una base biológica para la superioridad o inferioridad de cualquier ser humano en función de la cantidad de melanina en su piel. 

Esa construcción social creada, donde los europeos blancos eran superiores que los nativos americanos, fue desastroso. El resultado fue que los blancos expropiaron las tierras, cometieron genocidio, acumularon riquezas y un nuevo camino hacia la prosperidad que no se basaba en su supuesta superioridad racial sino en la subyugación y la opresión. Siglos de ejecución y opresión sembró la idea que unos deberían servir y otros eran servidos. 

Esta ideología de la superioridad encontró en la iglesia un espacio de educación masiva para fomentar una teología manipuladora y una lectura de la Biblia mal intencionada. El usó del pasaje de Génesis 9:18-21 donde narra que Dios maldice a Cam, quien se convirtió en el padre de Canaán y representó a la gente más oscura de la tierra. Esta maldición bíblica proporcionó un marco útil para justificar crueldades indescriptibles. Los descendientes de Cam deberían ser esclavizados porque era un castigo que venía de Dios, por lo cual ellos no estaban haciendo nada malo cuando esclavizaban a indígenas y africanos.

 

En las colonias españolas y portuguesas la esclavitud y el comercio transatlántico de trata de personas africanas empezó en 1520, más tarde en 1619 las colonias inglesas recibían los primeros africanos que serian vendidos y forzados a trabajar para las colonias. La inhumana práctica de esclavismo fue normalizada por la iglesia y los gobiernos de esa época. Desde una perspectiva teológica, los esclavizadores usaron la Biblia para condonar sus acciones, incluso se sentían bendecidos por Dios por tener todo un continente, cinco veces más grande de lo que es Europa, para extraer, violar, someter, enriquecerse, acumular y amasar fortunas nunca inimaginables para reinos como España, Inglaterra, Francia y Portugal que antes de la invasión a América eran pobres, sin educación, barbaros y cristianos.

 

Adoración a la riqueza

 

El auge económico que trajo el esclavismo, amaso riqueza en Europa, así como en la iglesia. Para muchos líderes cristianos, el valor monetario de los pueblos indígenas y africanos esclavizados valía más que cualquier alma potencial que pudiera salvarse siguiendo el evangelio. En su búsqueda de riquezas, las y los esclavizadores blancos separaron a las familias: los hijos de las madres, los maridos de las esposas y el hermano de la hermana, creyendo que los seres humanos eran bienes, de valor similar al ganado. Las acciones de la iglesia y sus líderes fueron contradictorios e hipócritas porque era la misma iglesia quien enseñaba el valor de la familia y la vida de sus blancos feligreses mientras que la población indígena no tenía ningún derecho, las mujeres podían ser violadas por los hombres blancos, los niños y niñas podían ser regalados para que sirvieran a las familias blancas; el dinero era su único valor.   

 

Tanto la iglesia católica como la iglesia protestante eligieron esencialmente la comodidad en lugar de ver lo lejos que vivían del mensaje genuino de Jesucristo. La comodidad en el mantenimiento de los sistemas de opresión para proporcionar facilidad para la creación de la sociedad basada en la supremacía blanca, que en el transcurso de los años fue dando una construcción social de pensamiento donde los blancos son ricos, inteligentes, bellos, limpios, educados, etc. y las personas de piel oscura son tontas, incivilizadas, pobres, ignorantes, etc.

 

El Dios blanco y europeo

Para cuando se dieron las guerras por la independencia y la formación de las Repúblicas reemplazaron al sistema colonial, la idea de quienes eran los dueños y señores de América estaba ya construida. El blanco, hijos e hijas de españoles, ingleses, portugueses, franceses entre otros, tomarían las riendas y poder político en las nuevas Repúblicas. Ningún indígena ni africano descendiente asumiría el liderazgo ni ningún rol importante en los nuevos gobiernos.

La práctica teológica predicada por la iglesia durante la colonia se pregonó durante el periodo de la creación de los países, la supremacía blanca estaba instalada como base de pensamiento natural en América. 

La iglesia desarrolló la teología necesaria para mantener el culto al Jesús blanco de ojos azules y rubio. La adoración a la blancura dada por Dios hizo que su práctica de superioridad se trasladara afuera de la iglesia los otros seis días de la semana, siendo mucho más cómoda. Como tal, las iglesias eran parte integrante del desarrollo de leyes que conservaban las estructuras de poder y regulaban los cuerpos de hombres y mujeres indígenas que servían en la pirámide de la sociedad, todos los días. Los y las cristianas no veían ninguna contradicción entre su fe y el racismo que practicaban en la sociedad.

 

Un nuevo tiempo, arrepentimiento y sanación

Situándonos en la historia de los Estados Unidos, la práctica del racismo que vemos día a día en el país ha sido posible gracias a la cooperación y complicidad entre la clase política y religiosa. Hasta ahora seguimos sufriendo y luchando contra los impactos y la práctica de la ideología de la supremacía blanca creada hace más de cinco siglos en el continente. Los grandes movimientos de las últimas décadas contra el racismo y la discriminación liderados por personas de fe como el Reverendo Martin Luther King aún muestran lo necesario que es continuar alzando nuestra voz en estas nuevas generaciones.

Como teóloga y miembra activa de la iglesia, considero que nuestra misión es también denunciar el rol histórico de la iglesia en actuar en complicidad y predicar la ideología de la supremacía blanca por siglos. Es tiempo de generar espacios de diálogo que permita una reflexión liberadora a la vez que empecemos un proceso de sanación en una sociedad profundamente dividida y fragmentada por pensamientos de superioridad, que sabemos fueron creados para justificar la más dolorosa y terrible colonización en el continente.

Yenny Delgado

Psicóloga social y teóloga contextual. Escribe sobre las intersecciones entre etnicidad,politica y fe. Twitter @PublicaYenny