ENTRE MISAS Y MESAS
María Nazareth Blanco Dorado – Bolivia
Ensayo presentando en el Concurso de ensayos académicos sobre Fe y Derechos Humanos denominado: «Monseñor Carlos Parteli y Pastor Emilio Castro».
El fraile Vicente de Valverde le dice a Atahualpa que sus dioses eran falsos. Entonces el soberano le pregunta quién se lo había dicho y este le responde que se lo había dicho la Biblia. Atahualpa pide el libro «Para oír por sí mismo estos dichos». Pero como la Biblia no emitió ninguna voz la arrojó al suelo.
(Rodriguez, 2012)
¿Existe alguna relación entre la cultura andina y la religión cristiana? ¿Pueden practicarse elementos de ambas? ¿Cuáles son los límites y tensiones que las separen? ¿Hay puntos de encuentros?
Entre la diversidad de esferas sociales, encontramos a la cultura y a la religión, ambas forman parte de la vida del ser humano, estas suelen estar ligadas a diferentes ceremonias y ritos de paso. Estos transmitirán a niños y niñas raíces culturales, y le enseñarás sobre las diversas estructuras familiares. Pronto inician su educación religiosa, su fe es inculcada desde muy corta edad y será deber de los padres el poder enseñar todos los paradigmas que lo rodean.
En su juventud se sentirán cada vez más comprometidos con su crecimiento espiritual. Esto quizás implique un proceso de consolidación de su identidad y búsqueda de alternativas para entregar su fe. Es en ese proceso de crecimiento, consolidación y búsqueda en el que se comprende la importancia de mantener la esencia que mantienen las culturasmilenarias, como ritos, costumbres, tradiciones, fe y la identidad. Riquezas que caracterizan a los pueblos indígenas originarios campesinos que han perdurado más allá de las guerras, invasiones, ultrajes y abusos que sufrieron sus miembros. Abusos producidos por la religión cristiana impuesta tanto en sangrientas luchas como fomentando por la educación. Ella se compone de sacramentos, devociones, dogma, doctrina, pero en especial, de una visión que implica entrega y compromiso espiritual monoteísta, crear la unión y la comunión con Dios y entre sus fieles.
Como modelo de estudio se tomará a Bolivia, departamento de La Paz, ciudad de La Paz y Copacabana
En América del Sur encontramos multiplicidad de culturas que conforman de manera común la denominada «La Cultura Andina». Dentro de ella encontramos a la Cultura Aymara de origen boliviano, que con el transcurso de los años y la historia ha heredado muchas costumbres y tradiciones. Un ejemplo de ellos es «la Ch’alla» (la Mesa de Todos Santos), «la Irphaqa» y en su religiosidad se ha manifestado un fenómeno marcado por la aparición de la religión cristiana, un producto del dualismo de expresiones andinas y la Iglesia Católica, conformando una «religión clandestina/religión oficial». Claramente estos denominativos cambiarían con la nueva Constitución Política del Estado conformando entre sus novedades el Estado Laico.
En la convivencia de estas dos ideologías(Gavilán Vega & Carrasco, 2009) explican que:
[…] tres orientaciones (1) la coexistencia o yuxtaposición de componentes culturales que influyen a través de vías paralelas independientes manteniendo su individualidad; (2) la transformación abierta y continua de sus componentes que se ajustan adaptativamente a los cambios del entorno sociocultural o físico, y (3) la fusión o integración bicultural (o multicultural) que promueve la generación de mestizaje y sincretismos.
Ejemplifiquemos lo anterior mencionado:
La bendición de movilidades y Ch’alla de vehículos nuevos o recién comprados, es considerada una de las tradiciones y expresiones culturales de la sociedad paceña y también boliviana.
Existe una creencia de que una vez que una persona compra un automóvil es menester hacer la bendición del vehículo en la puerta principal del Santuario de Copacabana para que la Virgen Morena y la Pachamama para que le brinden su protección contra accidentes y robos. Por ello, todos los propietarios de vehículos se dirigen a esta población y, en especial a Iglesia y a otros lugares donde se realizan rituales andinos con la participación de sacerdotes católicos en el primer caso y de los “yatiris” en otro para “asegurar” la inversión. (Direccion de Culturas – Secretaria de Turismo y Culturas, s.f.)
Observando este comportamiento, el creyente está dividiendo su fe a dos creencias para sentirse seguro espiritual y físicamente, no es suficiente creer en un solo Dios, tal vez para sentirse seguro necesita creer en dos, tal es así que intenta respetar sus creencias ancestrales y al mismo tiempo rendir culto al Dios Católico, el sacerdote, el yatiri y el creyente, están conscientes de este fenómeno. Y de quien llama la atención es del sacerdote que deja que el creyente divida su fe. Analicemos el siguiente ejemplo.
En la cultura Aymara se celebra las Alasitas una fiesta de origen andino que se festeja en la Ciudad de La Paz. Según la tradición todas las personas acuden justo al medio día del 24 de enero, a la compra de las miniaturas que deben ser challadas por el yatiri con incienso, alcohol, vino y posteriormente a los bendecidos en una iglesia católica pues así estos se harán realidad durante el presente año. (Espejo Tapia, pág. 2)
El Ekeko, es considerado como el dios de la abundancia en la mitología andina. Puede estar hecho de piedra, cerámica, estaño o plata, lleva brazos abiertos hacia adelante portando una variedad de miniaturas que son los deseos de las personas.” (Espejo Tapia) La iglesia católica sabe anticipadamente que esta manifestación responde a una tradición en honor a un Dios diferente al que ellos profesan, aun así, participan de todo el evento, contrariamente a lo que dice la biblia nos indica, que “A ti te fue mostrado, para que supieses que Jehová es Dios, y no hay otro fuera de él. Aprende pues, hoy, y reflexiona en tu corazón que Jehová es Dios arriba en el cielo y abajo en la tierra, y no hay otro” (Deuteronomio 4:35,39) (La Biblia version Reina Valera , 1960)
La contestación para ambos fenómenos seria, el «sincretismo» religioso que permite el desarrollo histórico del «nuevo catolicismo», una nueva forma de religión supra cultural digerible para los nativos de toda Latinoamérica. Sin embargo, el papa Benedicto XVI se manifiesta con el siguiente mensaje:
Frecuentemente el cristiano ni siquiera conoce el núcleo central de la propia fe católica, del Credo, de forma que deja espacio a un cierto sincretismo y relativismo religioso, sin claridad sobre las verdades que creer y sobre la singularidad salvífica del cristianismo. Actualmente no es tan remoto el peligro de construirse, por así decirlo, una religión auto-fabricada. En cambio, debemos volver a Dios, al Dios de Jesucristo; debemos redescubrir el mensaje del Evangelio, hacerlo entrar de forma más profunda en nuestras conciencias y en la vida cotidiana.(IV, 2012)
Remueve la conciencia de la Iglesia, a la comunidad sacerdotal, nos invita a que no caigamos en ambigüedades, que reformemos nuestra fe dirigida al Señor Omnipotente, que es quien nos ofrece la salvación y la vida eterna.
Nos damos cuenta que la mayor autoridad de la iglesia, no acepta esta posición porque no es congruente, no es algo que pueda reevaluarse, no es algo que pueda ponerse en tela de juicio, así mismo el papa Benedicto XVI “ha mandado un mensaje tajante a la progresista Iglesia de Brasil: nada de experimentos de sincretismo religioso en el culto. Deben volver a la ortodoxia” (Arias, 2010)
Por otro lado, la cultura Aymara se caracteriza por ser politeísta, lleva arraigada su creencia y su fe a la Pachamama, anteriormente a Viracocha. Creencias que se reflejan en sus cerros y montañas, vestidos de mitos y cultos en sus faldas. Vale aclarar que aquí no nos referimos a una cultura doméstica, que se base en mandamientos, o en disciplina sino por un respeto a la naturaleza, es una cultura ambiental, en base a ritos reproducidos de generación en generación.
Por ejemplo, esto se manifiesta en que para iniciar un ciclo agrícola y mantenerlo para que no exista ningún factor climático que afecte la cosecha, se pide a la Pachamama para que haya lluvia desde las montañas se brinda un ritual donde se ofrece una «mesa» formada de papel, con hilos de lana teñida de colores llamativos y alegres, acompañando de un feto de llama, cerdo o un trozo de grasa y con las mejores frutas o verduras de la temporada en agradecimiento por la buena cosecha, muchos dulces rústicos llamados «misterios» los cuales llevan figuras de acuerdo al pedido de los donantes, que será consumida por el fuego de la fogata encendida en medio de terreno, es así como en esa «mesa» se llevan muchos deseos de prosperidad, buena salud, protección a la familia, todos los deseos se encomienda al Dios Sol, a las Apachetas, o los Apus como El Illimani, Mururata, Sajama, entre otros, que son nevados simbólicos del Departamento de La Paz.
El autor Van den Berg (2005) nos menciona que «ninguna fiesta cristiana ha sido relacionada con los ritos de la lluvia, los ritos de protección de las chacras (…), lo que se entiende (…) estos ritos sólo son ejecutados en caso de emergencia y no en momentos fijos».
Los indígenas suelen hacer bendecir también los frutos ante el Dios de la iglesia católica, pero causa este tipo de irregularidades,
Además, parece que no todos los ministros católicos estaban de acuerdo con esa bendición de los productos, probablemente porque pensaban que de parte de los campesinos faltaba la suficiente conciencia cristiana en cuanto a quién es, en última instancia, el dador de los frutos de la tierra.
Por eso, hay campesinos que llevan sus frutos a hacer escuchar la Santa Misa en forma incógnita o cubierta en unas cuñas; esto se realiza con el objeto de que los productos sean bendecidos por Dios y los Santos. De esta manera creen que los frutos no desampararán a los hombres, sino que siempre acompañarán durante la existencia de la vida.(Van den Berg, Cristianizacion del mundo aymara y aymarizacion del cristianismo, 2008)
Como podemos observar, ambas visiones son distintas, pero la Fe es lo que puede desunirlos, porque ambos tienen diferentes ídolos, costumbres, ideologías, dogmas, que pueden generar una confusión muy peligrosa en el vivir de las personas, y los miembros de cada culto.
En el artículo publicado por Van Berg en el año 2005 se encuentra un argumento interesante en una visión conservadora por sus raíces e identidad.
En general se puede decir que aún se practican las costumbres de nuestros abuelos y abuelas, salvo aquellos que se han metido profundamente con la religión cristiana; pero aún ellos, si siguen siendo aymaras, en el fondo de su corazón, siguen creyendo en nuestra religión. Nuestra religión no es separable de nuestra cultural. (Van den Berg, Valoracion de la Religion Aymara, 2005)
Por otra parte, el joven sacerdote peruano – aymara manifiesta sus inquietudes y su preocupación enjaulada por la concepción de sus raíces y su amor por la ortodoxia.
Con mucho pesar hemos de admitir que el indio no distingue los elementos que componen sus prácticas religiosas. ‘Para ellos es una sola cosa, aunque algo inconsistente’ (Tschopik, 1951). Por tanto, el indio es católico y no lo es; es pagano y no lo es. Es católico porque acepta y reconoce la paternidad del Dios cristiano y practica y pide por sí mismo por los medios de ayuda espiritual cristianos (los sacramentos), lo cual demuestra evidentemente que la fe cristiana ha arraigado en sus corazones. Pero es pagano cuando acude a los Achachilas (espíritus tutelares) para la protección contra los fenómenos atmosféricos adversos (heladas, sequías, tempestades, etc.); es cristiano cuando pide el matrimonio religioso sacramental; pero no podemos aceptar la afirmación de que el indio ha idolatrado a los santos. Recordemos que la religión para el indio es objetiva y se expresa en términos antropomórficos. (Van den Berg, Valoracion de la Religion Aymara, 2005)
Explicando los diferentes fenómenos religiosos ocurren en Bolivia y que no es menos parecido con otros países de continente, realizando el estado del arte, ejemplificando las ideas para una mejor comprensión y por todo lo expuesto, corresponde concluir en que hay una línea delgada entre la cultura Aymara, la multiplicidad de culturas latinoamericanas y la religión cristiana. En efecto, se entiende que pueden coexistir en una población, e integrarse socialmente, pero es necesario ser reflexivos, buscar un encuentro espiritual y pensar si realmente es necesario mezclar ambas ideas, si vale la pena rechazar los fundamentos construidos en su misma esencia, si esto no afectará espiritual, o psicológicamente a alguien. La modernidad se ha encargado de hibridizar muchas ideologías, y crear nuevas, con la participación de todos, pero se alteran ciertos valores muy importantes, individuales propios de cada uno. Esto no significa que no dejemos de ser integrales, sino que debemos mantener la identidad e integridad de cada uno para no perder el destino y fin de las mismas. Mantener un límite saludable para que las personas sean capaces de discernir y escoger el camino que le sea conveniente, darle la oportunidad de decidir por su fe y salvación.
La laicidad ha logrado el reconocimiento de estas creencias, rechazando cualquier tipo de discriminación y el estado de derecho se encuentra presente para la protección y resguardo de todas las identidades credos y religiones que existan, así como la preservación sana de las culturas para que ellas sobrevivan por los siguientes milenios como lo han logrado todo este tiempo.
El respeto es de todos y para todos.
Bibliografía
Arias, J. (16 de Abril de 2010). EL PAIS. Obtenido de https://elpais.com/sociedad/2010/04/17/actualidad/1271455207_850215.html
Direccion de Culturas – Secretaria de Turismo y Culturas. (s.f.). Direccion de Culturas .
Espejo Tapia, P. (s.f.). Expresiones de Fe en el Mundo Andino: Las Alasitas y el Ekeko. Turismo Rural Bolivia, 2. Obtenido de Turismo Rural Bolivia.
Gavilán Vega, V., & Carrasco, A. M. (Junio de 2009). Scielo. Obtenido de https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-73562009000100007
IV, B. (17 de Octubre de 2012). La Santa Sede. Obtenido de http://www.vatican.va/content/benedict-xvi/es/audiences/2012/documents/hf_ben-xvi_aud_20121017.html
La Biblia version Reina Valera . (1960).
Rodriguez, F. (16 de noviembre de 2012). Laicismo. Obtenido de https://laicismo.org/y-atahualpa-lanzo-la-biblia/
Van den Berg, H. (2005). Valoracion de la Religion Aymara. La Paz. Obtenido de http://www.scielo.org.bo/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2077-33232005000100007
Van den Berg, H. (21 de Noviembre de 2008). Scielo. Obtenido de http://www.scielo.org.bo/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2077-33232008000200006
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