Hace pocas semanas la Federación de Iglesias Evangélicas del Uruguay realizo un comunicado de prensa y se ubica en las antípodas de los grupos fundamentalistas que participan en la política partidaria y con aquellos que han utilizado el 31 de octubre, día de la reforma protestante para marcar una agenda conservadora de defensa de la familia tradicional. Esta marcha fue de la plaza del ejercito al Palacio Legislativo y estuvo liderada por un grupo de apóstoles neopentecostales.
Hugo Armand Pilón, presidente de la FIEU «Podría decirse que es anticristiano discriminar a personas de la diversidad e incluso echarlos de la familia.» También hay que tener una sospecha ideológica: «una manifestación en lo previo del año electoral, las iglesias desde la guerra fría han sido usadas como herramienta para luchar contra el bloque socialista».
Escuchemos la entrevista en Los Dioses están Locos, Radio Nacional:
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