La realización del mundial de fútbol en Rusia nos da la oportunidad no solo de conocer la historia y costumbres del país más extenso del mundo sino también de conocer qué tanta influencia ha tenido y tiene en nuestro país.

En Uruguay los casos de inmigrantes rusos que se han establecido en colonias son solamente dos y, a pesar de que son de momentos históricos distintos y con una tradición cultural y religiosa claramente diferenciada, están a tan solo 14 kilómetros el uno del otro. Estas colonias son la Colonia San Javier y la Colonia Ofir.

Ambas tienen un origen común además de la procedencia rusa: la religión. Tanto la inmigración que devino en la formación de San Javier, como la que devino en la de Colonia Ofir, tienen como motivo de su emigración la intolerancia de la Iglesia Ortodoxa Rusa frente a otras expresiones religiosas. Así es que Basilio Lubkov, líder de la “Nueva Israel”, religión escindida de la Iglesia Ortodoxa, decide emigrar hacia Uruguay fundando San Javier; y que los rusos chinos, en la diáspora de la religión “Staroveri”, o “Viejos creyentes”, deciden buscar un nuevo lugar en Uruguay, formando la Colonia Ofir.

A pesar de que a priori se podría establecer un pasado común, ambas comunidades tienen diferencias en su grado de integración bien marcadas y es en base a ellas que pueden ser analizadas en torno a su nivel de apertura hacia el resto de la sociedad.

Los barbudos, como también se conoce a los Viejos creyentes, vivieron con un alto grado de aislamiento del resto de la sociedad, teniendo vínculos solamente para actividades elementales de la supervivencia y vinculadas fundamentalmente al comercio. Si bien este rasgo se mantiene, en los últimos años se ha ido debilitando dando paso a un mayor grado de integración. A pesar de este avance, durante muchos años e incluso en el presente, la escolarización no estuvo a cargo de centros educativos sino que tanto ella como la socialización se basan fundamentalmente en la comunidad y la familia. Un poco de historia nos permite suponer algunos aspectos de por qué esto puede ser así. Los Viejos creyentes sufrieron la persecución de la Iglesia Ortodoxa Rusa tras mostrarse en contra de una gran reforma en el siglo XVI, desde cuando se mantienen sus costumbres e incluso su idioma (eslavo antiguo) y donde decidieron emigrar hacia China (de allí proviene el término rusos-chinos), manteniéndose aislados hasta una segunda emigración hacia el resto del mundo, ahora amparados por la ONU (1958, afincandose en Uruguay y fundando la colonia en el 1966). La estrategia de formar ghettos para resistir a las represiones no es novedad y es quizás allí donde resida su carácter endógeno que continúa hasta hoy.

La colonia San Javier, por el contrario, es abierta hacia la sociedad uruguaya, y desde su comienzo está en su intención la integración con ella. Ya en 1914, tan sólo un año después de su fundación, solicita tener una escuela y para 1958 es inaugurado el Liceo Popular de San Javier, lo cual pone en evidencia el carácter abierto, en contraposición con el caso de la Colonia Ofir. Otras características de esto son por ejemplo que el ruso haya dejado de ser el lenguaje predominante (al contrario de la Colonia Ofir, donde el ruso es el más hablado y son pocos los que hablan español) para que pase a ser el español, al mismo tiempo que se conservan igualmente tradiciones culinarias, así como musicales y bailes típicos, pero con una total apertura hacia nuevas formas. Esto sienta las bases de una integración de una cultura totalmente distinta que logra trascender sus fronteras culturales donde los sanjavierinos al mismo tiempo que toman mate y alientan por Uruguay, comen shashlik y escuchan Kalinka, o bueno, quizás no todo junto, pero donde todos estos elementos forman parte de su vida.

* Artículo basado en gran medida en Ugo, Gabriela y Vargas, Ximena y Zapter, Ana (2007) La inmigración rusa en el departamento de Río Negro. Montevideo: Facultad de Ciencias Sociales. Disponible en: http://www.multiculturalismoenuruguay.com/Docs/Articulos/Rusos.pdf [Acceso 19/6/2018]

Tomás Barolin